En una sociedad completamente secularizada, y que cada día se aleja mas de Dios, el rol de padres temerosos de Dios se hace indispensable.
En la primera entrega de esta serie hablaba sobre cómo Dios ha utilizado mi relación con mis hijos para ayudarme a conocerlo más a Él; y cómo esa manera intensa en que amo a mis hijos, aún en esos momentos en que aparentemente “no se lo merecen”, me ayuda a comprender mejor la gracia que Dios ha tenido y tiene para conmigo.
Es interesante que a pesar de que este tema de la crianza de los hijos es tan complejo y extenso, y que ha sido analizado y estudiado ampliamente a través de los siglos, el Apóstol Pablo es guiado por el Espíritu Santo a presentarlo de manera magistral, no en un libro completo o en un capítulo completo, sino en un sólo versículo:
“Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en la disciplina e instrucción del Señor.” Efesios 6:4 (LBLA)
El Apóstol Pablo nos exhorta como padres a amar a nuestros hijos de tal manera que no se enojen con nosotros y a criarlos de tal manera que lleguen al conocimiento de Dios.
Estudiando sobre este tema me encontré con un articulo del Pastor John MacArthur, en su comentario sobre Efesios 6:4* , que me gustó mucho y decidí traducirlo para añadirlo a esta serie. Espero que les sea de bendición y edificación.
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MANERAS EN QUE LOS PADRES PROVOCAN - John MacArthur
En Efesios 6:4 la expresión "provocar a ira" sugiere un patrón continuo y repetido de tratamiento que gradualmente acumula una profunda ira y resentimiento que se expresa en hostilidad hacia el exterior. Tal tratamiento generalmente no está diseñado para provocar la ira.
Aquí hay ocho maneras en que los padres pueden provocar a ira a sus hijos:
2. Otra causa común de provocación a ira a los hijos es el favoritismo. Isaac prefirió a Esaú sobre Jacob y Rebeca prefirió a Jacob sobre Esaú. ¡Ese favoritismo dual y contradictorio no sólo causó grandes problemas a la familia inmediata pero también ha repercutido a través de la historia en los conflictos entre los descendientes de Jacob y Esaú hasta nuestros días! Comparar a sus hijos entre ellos, especialmente en presencia de estos, pueden ser devastador para el niño que es menos talentoso o favorecido. Este tenderá a convertirse en un desanimado, resentido, antisocial y amargado.
El favoritismo de los padres generalmente conduce al favoritismo entre los propios niños, los cuales copian la práctica de sus padres. Ellos preferirán a un hermano o hermana sobre los demás y favorecerán a menudo a uno de los padres sobre el otro.
8. Una octava manera de provocar a los niños es por abuso físico y verbal. Los niños maltratados son una tragedia creciente hoy en día. Incluso en familias cristianas — el padre especialmente — a veces se reacciona de manera exagerada y se les pega a los hijos mucho más fuerte de lo necesario. Una disciplina física adecuada no es una cuestión de ejercer autoridad y fuerza superiores, sino de corregir en amor y razonablemente. Los niños también son abusados verbalmente. Un padre puede dominar fácilmente a un niño con palabras tanto como con fuerza física. Humillar un niño con argumentos superiores o sarcasmo puede infligirle graves daños y provocarle ira y resentimiento. ¡Es increíble que a veces decimos cosas a nuestros hijos que no consideraríamos decírselas a nadie más… por temor a arruinar nuestra reputación!
*Traducción del articulo por el Pastor John MacArthur titulado WAYS PARENTS PROVOKE
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En mi próxima entrega de esta serie estaremos hablando sobre la segunda parte de Efesios 6:4, "...sino criadlos en la disciplina e instrucción del Señor.”
Por Emanuel Betances / Se permite la reproducción citando la fuente
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