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“Si perdonas a los que pecan contra ti, tu Padre celestial te perdonará a ti; pero si te niegas a perdonar a los demás, tu Padre no perdonará tus pecados.”
Mateo 6:14-15
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"Yo te
perdono. Yo te amo." Por el Dr. Bernie Cueto
Estaba yo recién
salido del seminario y no podía creer que me encontraba conduciendo hacia el
Jackson Memorial Hospital en Miami, donde tres de nuestros jóvenes estudiantes habían
sido hospitalizados a causa de un terrible accidente automovilístico. Dos de los
jóvenes estudiantes murieron. Tenían toda su vida por delante.
Mis emociones se
apoderaron de mí. "Tengo dos hijos", pensé. ¿Qué pasaría si uno de
estos fuera mi hijo? Los siguientes días fueron muy duros emocionalmente para
todos en la universidad. Abrimos la capilla para oración. Un encuentro pastoral
tras otro, una pregunta tras otra: "¿Cómo pudo Dios permitir que esto sucediera?"
El servicio celebrado en la Primera Iglesia Bautista de West Palm Beach se
llenó a capacidad. Era la iglesia donde los padres de uno de los muchachos se habían
casado años antes.
Yo no podía ir
más allá del pensamiento: "¿Y si hubiera sido uno de mis hijos?"
El joven conductor
decidió asistir al servicio. Fue una decisión valiente, pero hasta yo me quedé
pensando si esto causaría una escena o una explosión allí.
Empecé a pensar:
"¿Qué pasaría si mi hijo fuera el conductor?"
Yo vi como el
conductor se abrió paso entre la multitud hacia uno de los padres. Todo el
mundo estaba mirando. El padre lo vio. Se abrió paso entre la multitud y cogió
la camisa del chico, tirando de él hacia su pecho. Se acercó a él y le dijo:
"¡Te perdono! ¡Te amo!" Esto fue una explosión de perdón y de amor.
Yo me encontré a
Jesús en las palabras de un padre hacia un hijo sufriendo en medio de un servicio
memorial.
Dios da gracia al
culpable. El Padre amoroso dio a su Hijo unigénito para que el mundo pueda
experimentar Su amor y perdón. Tal vez usted ha experimentado Su perdón al encontrarse
con Él en el momento de su necesidad más profunda. Tal vez ha llegado el
momento de extender ese mismo perdón a un ofensor culpable. Recuerde Su regalo
de perdón en este tiempo.
Perdonar no
significa olvidar, o decir que usted ya no está sufriendo.
¿Por qué debemos
perdonar? Necesitamos perdonar para así poder seguir adelante con nuestras
vidas.
El perdón es la
tarea más difícil que Dios les pide a Sus hijos. Aferrarse a la ira en contra
de amigos que nos han abandonado y dado la espalda cuando más los necesitábamos.
Tal vez un jefe se está aprovechando de usted y no le respeta como usted se
merece. Tal vez usted tiene un familiar que le ha herido más que lo que ningún
enemigo jamás pudiera. Tal vez su padre ha violado su papel de protector y
proveedor en su vida y le ha dejado cicatrices y heridas, y usted piensa que
esto es sólo la manera en que tiene que ser.
La Biblia enseña
que si usted ha sido perdonado, usted necesita perdonar. Perdone como el Señor
lo perdonó a usted.
A través de los
años he aprendido dos verdades relacionadas con el perdón:
La gratitud es la
motivación del perdón: Ya que sus pecados han sido perdonados, ¿no debería, en
agradecimiento por la multitud de sus pecados perdonados, extender el perdón a
los demás?
La miseria es el
resultado de la falta de perdón: Si usted es un seguidor de Jesús y la tiene en
contra de alguien. Esto significa que, a pesar de que usted es un cristiano,
usted vivirá una miseria en su vida. No perdonar a alguien que le ha herido es
como tomar veneno esperando que le haga daño a la otra persona; en realidad
sólo le hará daño a usted.
No sé lo que pasa
en su interior, los recuerdos que le atormentan, o el dolor con que vive por el
mal que alguien le provocó, pero yo conozco la humanidad lo suficiente para
saber que la mayoría de personas, en un momento u otro, ha sido maltratada por alguien. Cuando eso sucede, la perspectiva se nubla. Ha habido
manipulación. Ha habido un trato injusto. Ha habido rechazo. Le han hecho
maldad. ¡Estaba supuesto a ser malvado! Este no es el momento para negarlo—la
persona deliberadamente le hizo daño.
¿Recuerda a José
en el libro de Génesis? Fue vendido como esclavo por sus hermanos y luego
acusado de algo que no hizo y arrojado en la cárcel. Nunca pudo recuperar esos
años sin las personas que él amaba. Cuando al fin se reúne de nuevo con sus hermanos, José
les dice: "Ustedes se propusieron hacerme mal, ¡pero Dios dispuso todo
para bien!"
Servimos a un
Dios que da Su gracia a los culpables. Él se la extiende a usted para que usted
pueda extendérsela a otros.
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Por E. Betances / Se permite la reproducción citando la fuente
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Dr. Bernie Cueto
bcueto@laiglesiafamiliar.com
LaIglesiaFamiliar.com
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El Dr. Bernie Cueto es el pastor de enseñanza de La Iglesia Familiar en West Palm Beach, FL.
El Pastor Bernie posee una Licenciatura en Literatura Inglesa de Florida International University en Miami. Continuó sus estudios en Dallas Theological Seminary donde obtuvo una maestría en Liderazgo Pastoral y Exposición Bíblica. Recientemente terminó sus estudios doctorales en dicha institución con énfasis en Estudios Neotestamentarios. Sus experiencias como predicador itinerante y como asesor congregacional le han permitido entrenar y alcanzar a multitudes con las verdades y enseñanzas encontradas en las Sagradas Escrituras.
Además de su ministerio en La Iglesia Familiar, el Pastor Bernie se desempeña como instructor de la Escuela de Ministerio de Palm Beach Atlantic University y como el pastor de dicha ciudad universitaria. Ésta oportunidad le permite semanalmente educar y ministrar a cerca de 4,000 estudiantes, profesores y empleados.
El Pastor Bernie y su esposa Ana tienen dos hijos y una hija. Ambos son de descendencia cubana y están agradecidos por la oportunidad de ministrar en español al pueblo hispano en West Palm Beach.
¡Cuán confrontativa y cruda verdad: La necesidad que tengo de perdonar y amar! Muy buen artículo; gracias por compartir.
ResponderBorrarAsi es, no tenemos excusas para no perdonar! Gracias mi hermano!
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